Tratamiento Rodilla del Corredor: Sindrome de la Cintilla Iliotibial

En nuestro centro médico regenerativo, Oaga Salut, contamos con la experiencia y profesionalización necesaria y avances biotecnológicos en el tratamiento de pacientes con lesiones deportivas.

¿Cómo se trata el Síndrome de la Cintilla Iliotibial?

El tratamiento para este síndrome de fricción necesita combinar varias opciones de tratamiento a la vez. El objetivo principal es reducir el dolor y la inflamación, para a continuación acondicionar los músculos para que la lesión no se repita cuando vuelvas a entrenar a tu ritmo previo. El éxito del tratamiento conservador (no quirúrgico) esta inversamente relacionado con el tiempo de evolución, es decir, a mas meses corriendo con dolor, menos probable es que el dolor mejore con terapias locales y programas de musculación. En cualquier caso, siempre vamos a proponeros de primeras un tratamiento basado en mejorar los factores biomecánicas demostrados para padecer este síndrome, así como técnicas anti-inflamatorias locales (muy eficaces en los casos agudos). Este tratamiento incluye pilares como:

– Modificación de la actividad: Comenzaremos suspendiendo o modificando temporalmente las actividades que te provocan dolor en las rodillas hasta que se resuelva el dolor. Esto puede significar cambiar tu rutina de a actividades de bajo impacto como el ciclismo, la elíptica y la natación. El descanso completo si bien es válido, empeora nuestra forma física, con los consecuentes problemas asociados al regresar a la carrera. Cambios en la superficie de entrenamiento o calzado es otras de las opciones que debemos evaluar.

– Crioterapia y AINES Locales: Acostúmbrate a aplicar terapia de frío o hielo para reducir el dolor y la inflamación cada vez que llegues a casa. Se debe aplicar hielo de 10 a 15 minutos 2 o 3 veces al día combinándolo con pomadas de diclofenaco o dexketoprofeno. Una buena rutina es ponerlo después de hacer ejercicio para garantizar que el dolor no regrese.

– Infiltración de corticoides: En casos de mucha bursitis (casos de poco tiempo de evolución) podemos valorar la infiltración de corticoides, los cuales dan un rápido alivio, pero no ayudan a mejorar el pronóstico. Esta técnica la utilizo igualmente para confirmar el diagnóstico, citándoos previamente a un entrenamiento para infiltraros CE y anestésico en el cóndilo; si corréis sin dolor, el diagnóstico se confirma.

– Fisioterapia: Un fisioterapeuta profesional puede realizar masajes deportivos para ayudar a relajar los tejidos y la fascia lata y utilizar técnicas de liberación miofascial que han demostrado ser altamente efectivas. Desafortunadamente los ejercicios de estiramientos para la cintilla son practicamente imposibles de hacer, ya que la anatomía de la rodilla bloque el desplazamiento en varo El uso de técnicas de tratamiento electroterapéutico como TENS o ultrasonido ayudan igualmente a reducir el dolor y la inflamación. Las técnicas de punción seca o la acupuntura también pueden han demostrado ser beneficiosas en este síndrome.

– Ejercicios de musculación: Mejorar la fuerza de los músculos en la parte exterior de la cadera, evitará que la rodilla gire hacia dentro al correr, y por lo tanto ayudará a reducir la fricción en el tendón de ITB en la rodilla. En particular, son importantes los ejercicios de fortalecimiento para el músculo tensor de la fascia lata y el glúteo medio.

– Vuelta progresiva “correcta”: Los errores en el entrenamiento deben ser identificados y corregidos. Estos pueden incluir un entrenamiento excesivo o aumentar el kilometraje acumulado demasiado rápido. Como regla general, un corredor no debe aumentar el kilometraje en más del 10% por semana.

Si todo lo anterior falla, en casos de fascia lata muy fibrosada, o casos dónde la  “prisa por competir” apremia os indicamos una  intervención quirúrgica. En este tema hemos ido ganando experiencia a lo largo de los años y los excelentes resultados que hemos ido viendo al veros correr de nuevo sin dolor. 

Cirugía para el síndrome de la Cintilla Iliotibial

Si bien hay técnicas clásicas en las que se hace un alargamiento abierto de la fascia lata o z-plastia, se ha visto que esta actuación puede provocar a largo plazo una deformidad de la pierna (en varo). Por otra parte el perfil de pacientes que sufrís el síntoma de la cintilla, no podéis permitiros una pérdida de potencia muscular tan importante, pues como os habreis dado cuenta, la cintilla es una elemento fundamental para la carrera. Es por ello que preferimos realiza una técnica mínimamente invasiva, quitando el tejido inflamatorio que causa dolor y ajustando la tensión de la cintilla para que no vuelva a repetirse el cuadro. Aquí os voy a contar la técnica que hemos desarrollado en los últimos años y con la que estamos encantados. Próximamente la tendremos publicada en una revista científica norteamericana de alto impacto.

En esta técnica comenzamos realizando una artroscopia de toda la rodilla de manera rutinaria para confirmar el estado del cartílago/menisco externo, y tratar la inflamación sinovial de la parte externa de lo rodilla, que se encuentra inflamada (sinovitis) en estos pacientes. En algunos de estos casos podemos encontrar plicas sinoviales, que causan uno síntomas muy parecidos y no son detectables en ocasiones con resonancia. A continuación realizamos una resección artroscópica del tejido inflamatorio entre el cóndilo femoral externo y la cintilla, esculpiendo incluso el cóndilo en los casos que  se encuentren pequeños espolones.

Posteriormente realizamos un alargamiento controlado de las fibras posteriores del tendón de la cintilla iliotibial. Esto se puede realizar  con una mínima incisión lateral o preferiblemente de manera percutánea (sin abrir), guíandonos por visión de ecografía y/o por artroscopia pudiendo ver en tiempo real como se comporta la cintilla bajo flexo-extensión, rotaciones y momentos en varo y valgo, simulando la carrera y la fricción que se produce. Realizamos la liberación disminuyendo la tensión del músculo de modo que no habrá más fricción en la zona. En el siguiente video podeis ver la cirugía completa en el caso de un corredor de fondo.

La recuperación de esta intervención implica musculación desde la semana 2 y carrera progresiva desde la semana 6.

Fases de recuperación tras Cirugía de Rodilla

Si bien casi todos los casos de síndrome de fricción de la cintilla se deben a sobreuso en corredores o alteraciones biomecánicas (debilidad muscular proximal), existen casos «raros» o menos frecuentes. Entre estos encontramos la aparición de crecimientos óseos, como osteofitos o tumores óseos en la cara lateral del condigo femoral que dan exactamente los mismos síntomas que aquellos pacientes en los que el problema es la fibrosis primaria y las inflamaciones repetidas. En estos casos la cirugía será la única solución e igualmente realizamos técnica mínimamente invasivas con una rápida recuperación. Aquí os dejo el caso de un deportista de 30 años afecto de una rodilla del corredor por un tumor osteocondral benigno conocido como osteocondroma.