En nuestro centro médico regenerativo, Oaga Salut, contamos con la experiencia y profesionalización necesaria y avances biotecnológicos en el tratamiento de pacientes con lesiones de cadera.
El objetivo principal es reducir el dolor y la inflamación, para a continuación poder acondicionar la musculatura mediante programas de rehabilitación y fisioterapia para prevenir la recaída. El tratamiento es inicialmente conservador (no quirúrgico) necesitando combinar varias opciones de tratamiento a la vez:
– Modificación de actividad: Comenzaremos suspendiendo temporalmente o modificando las actividades que te provocan dolor a nivel de la cadera hasta que se resuelva el dolor. El descanso completo no es válido, pues empeora la forma física, con los consecuentes problemas asociados al regresar a la carrera. Esto puede significar cambiar tu rutina de actividades a otras de bajo impacto como la natación. Cambios en la superficie de entrenamiento o calzado e incrementar el número de sesiones de musculación.
– Crioterapia: Acostúmbrate a aplicar terapia de frío o hielo para reducir el dolor y la inflamación cada vez que llegues a casa. Se debe aplicar hielo de 10 a 15 minutos cada 3-5 hasta que desaparezca el dolor inicial y luego 2 o 3 veces al día durante 2-3 semanas.
– AINEs: se pueden utilizar antiinflamatorios por vía oral durante la primera semana. Es importante saber que éstos no curan la enfermedad, sino que atenúa el proceso inflamatorio y por tanto si vuelve a intensificar el ejercicio puede volver a recidivar.
– Infiltración de corticoides: en casos de mucha bursitis o cuando el tratamiento anterior no es suficiente podemos valorar la infiltración con corticoides, los cuales dan un rápido alivio, pero no ayudan a mejorar el pronóstico. En el caso de tendinopatía (degeneración del tendón) del glúteo medio o de la fascia lata,
podemos asociar la infiltración de factores de crecimiento (PRP) intratendinosos, para acortar la recuperación.
– Fisioterapia: el roce de la bursa afectada puede reducirse mejorando la flexibilidad y resistencia del músculo tensor de la fascia lata. Es muy importante, tanto para el tratamiento como para la prevención, no solo iniciar un programa de estiramientos y fortalecimiento de este músculo sino también fortalecer la musculatura general de la cadera para equilibrar progresivamente el balance articular y disminuir la fricción en la zona. Así, se incluyen en este programa rehabilitador músculos como el piramidal o los glúteos.
En casos de más de 6 meses de dolor, que no se han solucionado con las anteriores medidas es necesario un tratamiento quirúrgico. Este se basa siempre en quitar la bursa inflamada, y según el caso, corregiremos defectos del hueso (“limando el trocánter”) o relajaremos la tensión de la fascia lata (“Tenotomía en “Z”). Este tratamiento puede realizarse de dos maneras, por cirugía endoscópica o abierta.
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