En nuestro centro médico regenerativo, Oaga Salut, contamos con la experiencia y profesionalización necesaria y avances biotecnológicos en el tratamiento de pacientes con lesiones del pie y los tobillos
El neuroma de Morton es una tumoración benigna (no un tumor realmente) de uno de los nervios que discurren en los lados de los dedos del pie. Alrededor de uno de estos nervios se produce un engrosamiento del tejido que rodea el nervio interdigital, habitualmente entre el 3er y el 4º dedo. El nombre «Morton» se debe al médico que lo describió, y este aumento de tejido es en realidad un engrosamiento reactivo, es decir una respuesta del tejido a una irritación mantenida.
El engrosamiento es fruto de la irritación de estos nervios al atravesar un túnel a la altura de la cabeza de los metatarsianos. Allí se comprimen entre la cabeza de los metatarsianos lateralmente y bajo el ligamento inter-metatarsiano, que forma el techo del túnel. En este espacio cerrado el nervio puede pinzarse de manera repetida bajo el peso corporal ante distintas anomalías biomecánicas intrínsecas del paciente.
Cualquier defecto en la movilidad o en la forma del pie, pueden aumentar las fuerzas que se producen en ese espacio y dañar de manera repetitiva el nervio, el cual acaba creando el neuroma. Es lógico que su localización mas frecuente sea en el 4º espacio inter-metatarsal, dónde confluye la parte lateral del pie (muy móvil para adaptarnos a terrenos irregulares) con la parte central del pie, la cual esta formada por el 2º y el 3er metatarsianos y esta fija.
Algunos factores como el uso de zapatos de punta estrecha o la pronación del antepié van a aumentar la compresión entre la cabeza de los metatarsianos. Igualmente la inflamación que encontramos en la metatarsalgia puede asociarse a a la aparición de un neuroma de Morton, razón por la cual en ocasiones la solución no es tratar el neuroma sino tratar la Metatarsalgia.
Normalmente, no hay signos externos, es decir, el neuroma no se aprecia desde el exterior como un bulto. El síntoma del que os quejáis cuando acudís a consulta es un dolor “quemante” que se desplaza hacia los dedos. En ocasiones describís como si pisaseis una piedra en algunos pasos.
Con la evolución se puede notar entumecimiento y pequeñas descargas. Todos estos síntomas empeoran con las actividades o el uso de calzado estrecho y no suelen doler por la noche con el pie descalzo.
En la consulta lo sospecharemos con la historia que nos contáis, y reproduciremos los síntomas con la compresión de los metarsianos entre sí (Test de Mulder), y al presionar directamente el ligamento. Habitualmente pedimos una radiografía en carga de los pies para ver la fórmula metatarsal y realizamos una ecografía o pedimos una resonancia para ver el neuroma.
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