En nuestro centro médico regenerativo, Oaga Salut, contamos con la experiencia y profesionalización necesaria y avances biotecnológicos en el tratamiento de pacientes con lesiones de cadera.
Como la artrosis empeora con el transcurso del tiempo, cuanto antes inicie el tratamiento mejor será el resultado. Lo primero que hacemos ante un paciente con artrosis es diseñar un plan de tratamiento personalizado para aliviar el dolor y reducir la rigidez de la articulación:
– Ejercicio físico:
La actividad física regular es muy importante para mantener el tono de la musculatura. Los músculos además de ser el motor que mueve las articulaciones, son amortiguadores de las mismas, evitando que el peso corporal sea cargado por el cartílago de la cadera. Ejercicios como bicicleta, elíptica o incluso series repetitivas de sentadillas suaves y musculación excéntrica son buenas opciones de actividades de bajo impacto.
– Pérdida de Peso:
Es otro de los pilares del tratamiento ya que como articulación de carga, la cadera soporta presiones cuatro veces superiores al peso del cuerpo en cada paso, debido a la inercia de la marcha. Es muy importante animar a los pacientes no solo a disminuir el peso sino a mantener esa pérdida ya que se consigue alivio del dolor y mejoría funcional.
– Métodos farmacológicos:
Si el dolor afecta tu rutina diaria, o no se alivia con el paso del tiempo, os solemos incorporar algún medicamento para controlar el dolor. No hay que olvidar que cualquier analgésico o anti-inflamatorio sólo trata los síntomas y no cambia el curso de la enfermedad, a lo que debemos unir que todos ellos tienen efectos secundarios perjudiciales.
Con otra filosofía distinta encontramos los llamados Modificadores de la Enfermedad. Se trata de suplementos alimenticios de venta sin receta, como la glucosamina y el sulfato de condroitina, que pueden aliviar el dolor con muchos menos efectos secundarios, si bien su eficacia es mucho menor que la visco-suplementación o infiltración de ácido hialurónico.
– Infiltración de ácido hialurónico:
Infiltramos este compuesto natural de la articulación en grandes cantidades buscando un doble efecto; engrasar la articulación (corto plazo) y estimular el crecimiento del cartílago en la medida de lo posible (medio plazo). Esta terapia de inyecciones suele además aliviar los síntomas de la artrosis en pacientes que no responden a otras opciones no quirúrgicas. A diferencia de la rodilla, la articulación de la cadera se encuentra en un plano más profundo y por tanto estas inyecciones son técnicamente más difíciles. Es necesario el control bajo rayos X o ecográfico para infiltrar la articulación. Yo utilizo ecografía en consulta para infiltrar la cadera, lo cual no necesita anestesia y es mucho mas rápido que entrar en quirófano para utilizar rayos.
– Infiltración CELULAS MADRES , de Factores de crecimiento intrarticulares (PRP).
Esta técnica consiste en obtener sangre del propio paciente y centrifugarla para obtener una concentración de los factores de crecimiento que hay de manera natural en las plaquetas de la sangre. Posteriormente los infiltramos en la articulación para que estos factores estimulen a las células del cartílago (condrocitos) para que reparen el cartílago. Por lo tanto, depende de la capacidad del paciente de reparar. Si bien la filosofía de este tratamiento es bastante natural, hay que seleccionar bien el tipo de paciente y tipo de lesión antes de indicar esta terapia. Con una filosofía similar hoy en día se utilizan las Células Madre, las cuales sal igual que los PRP buscan revertir parcialmente los cambios artrósicos y así retrasar o evitar la prótesis de cadera. Nosotros al igual que el hialurónico los ponemos utilizando ecografía, teniendo el proceso total (extracción e infiltración) una duración de menos de 1 hora.
En los casos en los que todo esto ha fallado, o en los paciente con gran limitación y artrosis avanzada, el tratamiento mas eficaz y mas seguro sigue siendo a día de hoy la prótesis de cadera.
Prótesis Total de Cadera
La prótesis de cadera consiste en la sustitución completa de la articulación de la cadera, es decir, cambiamos el fémur próximal (la bola) y el acetábulo de la pelvis (la copa). Se diferencia de la prótesis parcial, en que en esta última sólo se sustituye el fémur y la utilizamos sólo en los casos de fracturas de cadera en pacientes mayores.
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