En nuestro centro médico regenerativo, Oaga Salut, contamos con la experiencia y profesionalización necesaria y avances biotecnológicos en el tratamiento de pacientes con lesiones deportivas
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Es una lesión crónica del tendón rotuliano por degeneración de las fibras de colágeno, denominada antiguamente tendinitis rotuliana. El tendón rotuliano es parte del aparato extensor de la rodilla, conecta la rótula con la tibia y representa la continuación del cuádriceps por debajo de la rótula y es imprescindible para realizar la extensión de la articulación de la rodilla. Su correcto funcionamiento es imprescindible para la mayor parte de actividades deportivas como saltar, correr, golpear un balón o hacer ejercicios excéntricos tipo sentadillas. Durante estas actividades este tendón, al igual que la rótula va a soportar fuerzas tremendas que se disiparán a lo largo de su estructura, sobre todo al aterrizar de los saltos y amortiguar con el cuádriceps de manera excéntrica la inercia de la caída. Tanto es así, que la tendinopatia o tendinitis crónica mas frecuente se ha denominado clásicamente rodilla del saltador.
Esto no quiere decir que todos los pacientes que tiene dolor en el tendón rotuliano participan en deportes de salto. Deportes como el fondo, el fútbol y el tenis son bastante lesivos con este tendón y esta lesión es frecuente entre deportistas que los practican, como es el caso de Rafa Nadal, que ha padecido repetitivamente esta lesión.
La tendinitis crónica del tendón rotuliano tiene la peculiaridad de que es una lesión que tiende a cronificarse, es decir, a durar varios meses y repetirse después de periodos de descanso con la vuelta al deporte. De hecho, sin tratamiento adecuado los síntomas se agravan con el paso del tiempo hasta aparecer el dolor incluso en reposo. La razón de la aparición de la degeneración en el tendón rotuliano, así como su tendencia a hacerse crónico suele ser una combinación de sobreuso deportivo y de irritación o roce del tendón. En el caso de forma mas frecuente, o tendinopatia próxima del rotuliano, la causa es un roce con un polo inferior de la rótula prominente. En el caso de la forma distal, suele ser por el roce con una calcificación en la tuberosidad tibial anterior (secuela de Osgood-Slater).
Como hemos visto podemos dividir la tendinopatías crónicas en dos grandes tipos en función de la zona de afectación:
-Tendinopatia del Tendon Rotuliano Proximal:
Es la localización más típica de la tendinitis crónica del rotuliano, justo es en la zona adyacente a la inserción del tendón en la rótula. Es muy frecuente observar en estos paciente un polo inferior rotuliano muy alargado que roza con el tendón cuando el paciente flexional las rodillas mas de 90º. En otros casos sin embargo, el aspecto de la rótula es normal y la causa es puramente funcional; exceso de uso o entrenamiento inadecuado. En ambos casos existe una degeneración de las fibras de colágeno del tendón por roce o por sobrecarga. En los pacientes que padecen una tendintis crónica (mas de 6 semanas) se suma además una incapacidad para la curación por los mecanismos naturales del cuerpo.
-Tendinopatia del Tendon Rotuliano Distal:
Suele producirse cerca de la inserción del tendón en la tibia, cerca de la tuberosidad anterior de la tibia (TTA). Este tipo de afectación del tendón rotuliano suele ser secundario a calcificaciones en la proximidad de la TTA. Estas calcificaciones corresponde en la mayor parte de los casos a fragmentos de la TTA que se desprendieron de la tibia durante el crecimiento, es decir, pacientes que padecieron en la infancia la osteocondritis de Osgood-Slater.
En ambos casos la estructura normal del tendón, formada por un ordenado tejido tendinoso de filamentos de colágeno tipo I, cambia a un tejido degenerado, tendinosis del rotuliano, de peor calidad y con peores características mecánicas. Además ocurren cambios alrededor del tendón, donde se crean micro-vasos patológicos que se acompañan de fibras nerviosas causantes del dolor: Neovascularización tendinosa.
El único síntoma casi exclusivo es el dolor en el tendón. Tanto es así, que con una historia de dolor crónico en el rotuliano en un paciente deportista ya podemos diagnosticar al paciente de tendinopatía del rotuliano. En algunos casos que son consecuencias de calcificaciones, podremos palpar desde la parte externa la calcificación. En los casos mas graves el tendón aparecerá engrosado y adherido a la piel que lo cubre. La ecografía o la resonancia magnética nos ayudan a clasificar el estado del tendón, valorar si hay alguna rotura dentro del tendón (son frecuentes en las crónicas) y ver si hay líquido alrededor.
En esta fase diagnóstica será importante confirmar tres puntos antes de indicar el tratamiento:
1) La causa: Calcificación vs Sobrecarga mecánica
2) El tiempo: Aguda (menos de 1 mes) vs Crónica (mas de 6 semanas)
3) El tipo: Proximal vs Distal
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